La danza de la Quijada tuvo su aparición en Pinotepa de Don Luis, aproximadamente entre los años 1935 y 1940 por iniciativa de un indígena originario y vecino de nuestra población de nombre Juan desconociéndose sus apellidos. Este señor era una persona muy alegre y de gusto, platico con algunos jóvenes del pueblo organizándose inmediatamente para poner en marcha los ensayos de una forma sencilla sin música de viento en los ensayos utilizaron hojas de árboles y órganos de boca. Una vez que aprendieron a bailar lucharon por conseguir tres músicos de San Pedro Jicayan, uno tocaba el clarinete, otro el trombón y el ultimo la Tambora. Esta danza fue ejecutada públicamente por vez primera en una fiesta religiosa. Después de que falleció el señor Juan la danza se desorganizo dejándose de bailar por varios años. Posteriormente debido a la inquietud de otros jóvenes dio como resultado que esta danza resurgiera nuevamente quedando al frente el señor Enrique Merino, en esta etapa participaron activamente en los eventos religiosos.
Al fallecer el señor Enrique Merino nuevamente no hubo alguien que tomara las riendas de dicha danza perdiéndose otra vez para resurgir finalmente en el año de 1990 en el barrio chico. Actualmente en nuestra población existen tres grupos de la danzan de la quijada uno por cada barrio, los cuales participan en diferentes eventos tales como mayordomías, fiestas patronales, en eventos especiales, con motivo de la fiesta de algún funcionario publico importante a invitaciones expresas en otros lugares.
Su nombre de Danza de la Quijada deriva se debe por que se utiliza una mandíbula de burro que se raspa y percute al bailar, la indumentaria utilizada se compone de un pantalón negro, camisa blanca manga larga, chaleco negro, corbata amarada al cuello, mascada multicolores que va a amarraba al cuello, la cabeza la cubren con un pedazo de tela de un solo color, coronan la cabeza con un penacho elaborado de cartón forrado con papel crepe con puntas enchinadas, en la parte superior del penacho prenden tiras largas del mismo tipo de papel, todos utilizan mascaras de madera fina de árboles como el macuil y la parota, estas son un poco mas chicas que el tamaño de una cara adulta normal pintada de color rosa patillas negras, estas mascaras son echas por los artesanos de la comunidad, en los pies portan zapatos negros y medias color canela que van sujetadas al pantalón enrollado hasta la rodillas.
Para danzar se acompañan de una orquesta o banda de viento, al ritmo de dos tiempos y una melodía pegajosa. La formación es por parejas pudiendo ser de 18 o más, uno de ellos el que va a al principio de la fila fricciona con un pequeño cuerno de venado la quijada del burro a demás de golpear con la otra mano llevando el ritmo de la música, el ultimo de la fila lleva un vibrador que también percute al ritmo de la música; tres parejas de danzantes portan banderas en colores verde, blanco y rojo, durante la ejecución de la danza los lugares son intercambiados de manera sincronizada la danza es ejecutada moviendo los brazos y los hombros libremente; son usuales las vueltas en un mismo lugar, participan también un tejoron viejo y una vieja con rasgos de indumentaria española.
El comité responsable de esta danza son los ciudadanos: Tomas Isasi Cruz Galán presidente; Juan Martínez Hernández secretario; Vicente Fidel López Mejia tesorero; Celestino Galán Arias vocal y Sebastian Cruz San Luis vocal.
La danza de la quijada es una de las doce manifestaciones culturales que orgullosamente posee Pinotepa de don Luis pueblo indígena comprometido con la preservación de su patrimonio cultural, ancestral herencia de nuestros antepasados.
EDICIONES GHERZ 2011
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